Ya sea que haya estado luchando con el SII durante meses o años o que haya sido diagnosticado recientemente, existen varias maneras de hacer que vivir con el SII sea más fácil.
Los estudios muestran que entre 25 y 45 millones de personas¹ en los Estados Unidos viven con SII, y aproximadamente dos de cada tres pacientes con SII son mujeres. Aunque se desconoce la causa exacta del SII, la mayoría de las personas que padecen la afección experimentan síntomas menores. Para las personas con síntomas de moderados a graves, el SII puede alterar la vida diaria de varias maneras.
Los síntomas del SII van desde dolor abdominal hasta calambres, diarrea, hinchazón y estreñimiento y, desafortunadamente, no existe cura. Si se pregunta cómo vivir con SII, sepa que hay consejos comprobados para ayudarlo a controlar sus síntomas y disfrutar de la vida cotidiana.
Estos son los diez consejos de estilo de vida probados que hacen que vivir con SII sea más fácil.
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Identifique sus factores desencadenantes del SII
Dado que todos reaccionan de manera diferente al SII, es esencial familiarizarse con sus factores desencadenantes. Se recomienda llevar un diario durante algunas semanas. Controle su dieta, ejercicio, hábitos intestinales y niveles de estrés, incluidos los síntomas del SII. Esto le dará una buena idea de cuándo suelen aparecer los síntomas, revelando efectivamente las diversas cosas que los desencadenan.
Hable con un proveedor de atención médica
El SII no tiene cura directa, pero el tratamiento se enfoca en el alivio de los síntomas, principalmente a través de cambios específicos en el estilo de vida y, en algunos casos, medicamentos o terapia. El ejercicio regular, minimizar el estrés, comer comidas más pequeñas y aumentar la ingesta de fibra son algunos remedios caseros efectivos para el SII. Sin embargo, siempre asegúrese de consultar a su médico y obtener su opinión primero.
Dependiendo de la gravedad de su condición, su médico puede sugerir remedios adicionales. Es posible que le pidan que evite ciertos alimentos o le recete medicamentos para el SII. Si sus síntomas del SII requieren atención especializada, su médico de atención primaria puede derivarlo a un gastroenterólogo o a un nutricionista para que le aconseje sobre los cambios en la dieta.
Obtener apoyo
Un amigo, compañero de trabajo o familiar que sepa sobre su condición puede ser de gran ayuda. Tener a alguien que lo apoye además de su equipo médico puede hacer que la vida con SII se sienta más normal y manejable.
Por ejemplo, puede ser útil si un amigo cercano o un miembro de la familia lo alienta y le recuerda que evite determinados alimentos u otros factores desencadenantes. Cuando no se siente bien, también ayuda si tiene a alguien que lo reemplace o haga sus mandados. Además, ocultar la afección a las personas que lo rodean puede ser un desafío; es mejor ser honesto y buscar el apoyo que necesita.
Plan en torno a las deficiencias
Las personas que padecen SII generalmente pueden administrar su dieta de manera más eficiente en el hogar que cuando están fuera de casa o viajando. En casa, también tienes acceso constante al baño.
Cuando viaje, piense en el futuro. Reserve un asiento de pasillo en el transporte público e investigue los baños públicos más cercanos para estar preparado. Cuando esté fuera de casa, podría ser más fácil evitar por completo los desencadenantes dietéticos conocidos.
Consumir bacterias buenas
El SII es un problema digestivo y consumir alimentos ricos en bacterias buenas² puede ayudar a mejorar la salud de su tracto digestivo. Algunos estudios muestran que las bacterias buenas pueden ayudar a mejorar los síntomas del SII. Si estás pensando en tomar probióticos, recuerda consultar primero con tu médico o nutricionista.
Crea hábitos de sueño positivos
El SII puede hacerte sentir cansado, débil y, en general, bastante mal. Los síntomas también pueden hacer que sea difícil obtener suficiente descanso de alta calidad, lo que afecta negativamente la salud física y mental.
Crear una buena rutina de sueño y apegarse a ella puede ayudar a que vivir con SII sea más fácil. Calcule su hora diaria preferida para despertarse y decida una hora para irse a dormir. Trate de mantener esta rutina, evite las distracciones nocturnas y vaya a la cama temprano. Evite las siestas irregulares siempre que sea posible y trate de hacer tanto ejercicio como sea posible para mejorar la calidad de su sueño.
Prioriza tus objetivos
Si tiene SII, aprenda a priorizar su horario y objetivos mientras mantiene la flexibilidad. El SII es impredecible, así que tenlo en cuenta cuando hagas planes. Trate de no dejar las tareas para el último minuto, ya que esto aumentará los niveles de estrés y correrá el riesgo de que se apresure a hacer las cosas durante un episodio de SII.
Evite el estrés tanto como sea posible
El estrés emocional está directamente relacionado con los síntomas del SII, lo que contribuye a su gravedad y duración. También puede desencadenar brotes ya que su cerebro e intestino interactúan a través de su sistema nervioso. Aliviar sus niveles de estrés lo ayudará a relajarse y evitar desencadenar los síntomas del SII. Hay muchos métodos que pueden ayudarte a minimizar el estrés, como la meditación, el yoga, la respiración profunda y el ejercicio.
Busque ayuda si tiene ansiedad o depresión.
Los estudios³ muestran que las enfermedades de salud mental como la ansiedad y la depresión están relacionadas con problemas del tracto digestivo como el SII. Se cree que estas condiciones desencadenan sustancias químicas en el cerebro que provocan una reacción en el sistema digestivo, lo que puede provocar cambios en las deposiciones y dolor abdominal.
La gravedad de su ansiedad o depresión y su influencia en su SII puede llevar a su médico a recetarle medicamentos específicos, como antidepresivos, o recomendarle un plan de terapia.
Cambia tu dieta
Cambiar su dieta es una de las formas más efectivas de facilitar la vida con el SII, ya que brinda alivio contra los síntomas del SII y minimiza los brotes.
No se recomienda una dieta específica para todos los pacientes que padecen SII, ya que todos responden a los alimentos de manera diferente. La dieta adecuada para usted dependerá en gran medida de sus síntomas, así como de su reacción a ciertos alimentos.
Se sugiere que cambie lo que come durante varias semanas para ver si sus síntomas mejoran. Por ejemplo, puede agregar lentamente más fibra a su dieta, evitar el gluten o reducir los carbohidratos difíciles de digerir, también conocidos como alimentos FODMAP (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables).
Lo mejor es hablar con su proveedor de atención médica antes de realizar cambios significativos en su dieta, y su médico puede derivarlo a un nutricionista. La eliminación de alimentos sin ayuda puede empeorar los síntomas o causar nuevos problemas si se omiten grupos de alimentos importantes.
El detalle
Vivir con IBS puede parecer desalentador y desafiante, especialmente si recientemente le han diagnosticado la afección. Evitar situaciones relacionadas con el estrés y alimentos particulares, obtener el apoyo de un amigo, compañero de trabajo o familiar y consultar a su médico o gastroenterólogo puede ayudarlo a controlar su condición y continuar con su vida. Con estos consejos, puede hacer que la vida con SII sea mucho más fácil y mejorar su salud y bienestar en general.
Dr. Martin Passen, a dedicated nutrition educator with a master’s in nutrition education and nearing completion of a clinical nutrition and dietetics master’s. Passionate about sharing valuable information effectively.