Según el Centro para el Control de Enfermedades (CDC), la artritis es un término que puede describir más de 100 afecciones que afectan las articulaciones, los tejidos alrededor de las articulaciones y otros tejidos conectivos¹.
Este artículo explicará las diferencias clave entre las dos formas más prevalentes de artritis, la osteoartritis (OA) y la artritis reumatoide (AR).
Aunque ambas condiciones causan dolor en las articulaciones, hinchazón, dificultad para moverse y daño en las articulaciones, la osteoartritis y la artritis reumatoide tienen diferentes causas y requieren diferentes enfoques para el diagnóstico y el tratamiento.
La OA se produce por el desgaste mecánico de las articulaciones. Por el contrario, la AR es una enfermedad autoinmune que ocurre cuando su sistema inmunológico funciona mal y ataca su cuerpo.
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¿Quién se ve afectado por la artritis?
La osteoartritis es, con mucho, el tipo más común de artritis. Actualmente afecta a más de 32 millones de estadounidenses². La AR afecta aproximadamente al 1 % de la población adulta en todo el mundo, incluidos aproximadamente 1,3 millones de adultos en los EE. UU.³. Si bien la AR puede comenzar en cualquier momento de su vida, la OA generalmente comienza más tarde en la vida. La Osteoarthritis Action Alliance de la Universidad de Carolina del Norte informa que el 62 % de las personas con artrosis son mujeres². La AR también es tres veces más común en mujeres⁴ que en hombres.
Causas
La artritis generalmente daña el cartílago (los tejidos conectivos). Sin embargo, las causas del daño son diferentes según el tipo de artritis:
Artritis reumatoide
La AR es una enfermedad autoinmune en la que su sistema inmunitario atacará por error los tejidos sanos de las articulaciones. Durante este proceso, las enzimas dañinas destruyen el revestimiento de las articulaciones y se libera el cartílago. Esto resulta en mucho dolor, hinchazón y rigidez.
Osteoartritis
En la OA, el cartílago protector se desgasta gradualmente, lo que hace que los huesos se rocen entre sí. Este desgaste se puede atribuir a varios factores:
Trabajo físico repetitivo
Los espolones óseos crecen en las articulaciones y las vuelven rígidas y dolorosas
Deportes que ejercen demasiada presión sobre las articulaciones/tienen aspectos repetitivos
Signos y síntomas
Aunque tanto la AR como la OA comparten algunos de los mismos síntomas, como dolor en las articulaciones, rigidez en las articulaciones y movilidad restringida, existen algunas diferencias importantes que se describen a continuación:
Tratamiento
Actualmente, no existe una cura permanente ni para la AR ni para la OA. Sin embargo, varios tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas, retrasar la progresión de la artritis y, en general, mejorar su calidad de vida. Las recomendaciones de su médico y el enfoque de las opciones de tratamiento dependerán de su estado de salud actual.
OA
Para tratar la OA, los médicos pueden recomendar el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) para reducir la inflamación, aliviar el dolor, reducir la rigidez y mejorar su rango de movimiento. Otras opciones de tratamiento para la OA incluyen inyecciones de corticosteroides y cirugía.
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El American College of Rheumatology⁵ sugiere una combinación de fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD) biológicos, AINE o inyecciones de esteroides. Los DMARD ayudan a suprimir el sistema inmunitario⁶ y reducen el daño a los tejidos de las articulaciones. La cirugía no es una intervención típica para la AR.
Terapias adicionales o cambios en el estilo de vida
Los médicos también pueden recomendar fisioterapia y adoptar cambios saludables en el estilo de vida, como mantener un peso saludable para evitar ejercer una presión excesiva sobre las articulaciones. También se recomienda enfáticamente dejar de fumar y evitar el alcohol para cualquier persona que viva con artrosis o artritis reumatoide.
Diagnóstico
Diagnosticar y distinguir entre OA y RA puede ser un desafío al principio debido a sus síntomas superpuestos (especialmente en las primeras etapas). Un diagnóstico de artritis comienza con un examen físico. Además, hay un análisis de sangre para la AR que puede identificar dos biomarcadores (indicadores) llamados anticuerpo peptídico citrulinado cíclico y factor reumatoide.
Su médico también medirá sus niveles de proteína C reactiva. Los niveles de CRP suelen ser más altos en personas con afecciones inflamatorias como RA⁷.
Además, su médico puede solicitar una serie de radiografías, resonancias magnéticas y ecografías para confirmar el diagnóstico y determinar la ubicación y el alcance de su artritis. En las radiografías, las articulaciones de la AR se ven diferentes a las articulaciones de la OA. Con la OA, las imágenes mostrarán menos espacio entre los huesos y más erosión en la AR.
Preguntas frecuentes sobre la osteoartritis y la artritis reumatoide
Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que la gente tiene sobre la AR y la OA:
¿Puedes tener AR y OA?
Sí, alguien puede desarrollar AR y OA. Mientras que la OA generalmente se desarrolla después de varios años de desgaste del cartílago, la AR tiende a desarrollarse más temprano en la vida. Además, las personas con AR pueden desarrollar OA con la edad. Si tiene 65 años o más y vive con OA, también puede desarrollar una afección llamada artritis reumatoide de inicio en la tercera edad (EORA). EORA tiende a afectar las articulaciones más grandes con mayor frecuencia y tiene un inicio agudo.
¿Cómo sabe si tiene OA o RA?
Tanto la OA como la AR tienen síntomas similares, por lo que la forma más precisa de determinar si tiene OA o AR (o ambas) es obtener una evaluación exhaustiva por parte de un profesional médico.
¿Qué es más doloroso, OA o RA?
El dolor de la artritis generalmente varía en intensidad y duración según el tipo. Sin embargo, tanto las personas con OA como con AR pueden experimentar dolor intenso y dificultad para mover las articulaciones afectadas.
Una persona con OA puede tener rigidez matutina en las articulaciones y dolor que disminuye después de 30 minutos, mientras que estos síntomas pueden durar horas, días o incluso semanas para alguien con AR.
Los síntomas de la AR suelen ser más graves que los de la OA, y los síntomas más comunes son el dolor y la hinchazón en las manos, las muñecas, los codos, las rodillas, los pies, la mandíbula y el cuello. Además, a diferencia de la OA, la AR puede causar otros síntomas desagradables como fiebre, fatiga y dolores musculares.
El detalle
Hay muchos tipos diferentes de artritis que afectan a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, la osteoartritis y la artritis reumatoide son dos de los tipos de artritis más comunes en la actualidad. Tanto la OA como la AR comparten varios síntomas similares, pero tienen causas y tratamientos diferentes. Por lo tanto, es importante distinguirlos y obtener una evaluación profesional. Tanto la AR como la OA son afecciones crónicas que pueden empeorar con el tiempo si no se controlan.
Dr. Martin Passen, a dedicated nutrition educator with a master’s in nutrition education and nearing completion of a clinical nutrition and dietetics master’s. Passionate about sharing valuable information effectively.